Debido
al mal estado en el que se encontraba el retablo, que esta hermandad tiene en
la Parroquia de Santa María de la Encarnación, se ha procedido a su
restauración por el carpintero local D. Luis Rebolledo.
La
parte más afectada era la inferior, lo que en términos técnicos se denomina el
banco y las gradas. En esta zona, la humedad y la polilla habían degradado
tanto las maderas que peligraba incluso la estabilidad de la hornacina en la
que está situada la imagen de la Virgen.
Para mitigar
los efectos de la humedad se ha tapado un hueco que había en la pared, en la
parte donde están las gradas; se ha enfoscado el resto del muro, hasta la
altura del zócalo; se ha hecho de obra el banco y se ha colocado un plinto de
mármol para aislarlo del suelo. Además se ha hecho nueva la mesa de altar y se
han restaurado el frontal, pegando varias molduras que estaban sueltas; las
puertas laterales y las gradas. Todo ello sin alterar el aspecto que tenía el
retablo que hizo en 1944 el escultor Carlos Bravo Nogales.
Durante el
tiempo que han durado las obras la imagen de Nuestra Señora de los Dolores se
ha colocado, sobre una peana dorada, delante del antiguo retablo de la
Hermandad de la Amargura.
Todo el
proceso se puede ver en el reportaje fotográfico que insertamos más abajo.
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