lunes, 17 de abril de 2017

Un palio de Sevilla en Constantina



El artículo que viene a continuación ha sido publicado en el Boletín de la Hermandad correspondiente a la Semana Santa de 2017

Este año vamos a estrenar la restauración de las bambalinas antiguas del palio, trabajo realizado por el taller de “Bordados Salteras”. De esta forma se va a recuperar la estética que tenía el paso hasta 1995, cuando se estrena el techo de palio y las bambalinas realizadas por el taller de “Fernández y Enríquez” de Brenes. El motivo del cambio fue el mal estado del antiguo, con el soporte muy pasado y numerosos desgarrones, resultándole imposible, a la Junta de entonces, encontrar un taller de garantías que se hiciese cargo de la restauración, optándose por adquirir uno nuevo a uno de los talleres más destacados de entonces y en un material, la malla de oro, bastante más costoso que si se hubiera hecho en otro más convencional como el terciopelo. Se consiguió, de esta forma, mantener la particular estética que tenía este paso desde su adquisición en 1926, sin hacer una mera copia del palio antiguo. 

Este paso cuando llegó a Constantina debió de constituir una gran novedad, como ya lo fue en su día el manto adquirido en 1916. Manto que había sido bordado por Patrocinio López en 1868 pero que, cuando llegó a Constantina, era propiedad de los talleres de bordado de “Hijos de M. del Olmo”, que se encargaron de pasarlo del terciopelo azul original a uno negro. Un manto de estas características era desconocido en la Constantina de la época, hasta el punto que en el Cabildo General del año siguiente, celebrado el 28 de Marzo, la Hermana Mayor, dice que ha encargado “los barales de hierro que han de sostener el manto de la Stma. Virgen, sobre el paso de procesión, dado que en esta localidad, por no tener idea de cómo son estos aparatos, no es fácil hacerlo” (1). 

Los pasos de entonces debían ser de proporciones más reducidas que los actuales. De ellos tenemos muy pocos datos, sólo una fotografía publicada por la Fototeca del Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla, la descripción de los pasos de la Hermandad de la Soledad que encontramos en el inventario de 1857 y el paso de Nuestro Padre Jesús. La fotografía puede fecharse entre 1916, año de la adquisición del manto que fuera de la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio de Sevilla y 1926, cuando se adquiere el paso a la de Montesión. En ella se ve a la Virgen de los Dolores desaparecida en 1936, vestida con el manto y la saya que todavía lleva la imagen actual en la Estación de Penitencia del Viernes Santo y colocada en un paso ochavado, de un tamaño sensiblemente inferior al actual, muy sobrio en el exorno floral y en la candelería, con respiraderos de madera, un dosel sencillo formado por lengüetas terminadas en borlones y sostenido por ocho varales (Fotografía nº 1), muy similar al que utilizó la Virgen de la Amargura en 1953, en la primera salida procesional tras la Reorganización de la Hermandad (Fotografía nº 2). La Descripción de los pasos que encontramos en el Inventario de la Hermandad de la Soledad de 1857 es demasiado sucinta, sólo nos dice que la imagen del Yacente tenía unas andas en forma de sepulcro dorado con cristales, con cuatro ángeles de madera y once ramos de flores de platina y que el paso de la Virgen estaba compuesto por un cielo de terciopelo negro con estrellas de lata sostenido por ocho varales. Las caídas del cielo eran de terciopelo con fleco blanco de hilillo de plata y tenían ocho cordones con borlas de seda blanca y negra (2). El paso de Nuestro Padre Jesús, que realizó en 1877 Eduardo Robles Pardo, maestro dorador, era más pequeño que como lo vemos actualmente (3). Se amplió en 1949, “agrandándolo en 85 centímetros de largo por 30 de ancho, al objeto de poderle anexionar el Simón y que la Cruz baje al Calvario” (4). En la fotografía nº 3 podemos ver cómo era el paso antes de la ampliación.

 
Fotografía Nº 1

Fotografía Nº 2


Fotografía Nº 3

La adquisición del paso a la Hermandad de Montesión de Sevilla no está recogida en el Libro de Actas de la Hermandad de los Dolores, al no haberse pasado las del periodo que abarca de 1918 a 1944. Sin embargo encontramos dos anotaciones en el Libro de Cuentas, una de 2.000 ptas. de fecha 27 de Agosto de 1925: “Entregado por cta. un Paso (costó 4.000 ptas.) y tomado en Sevilla” y otra también de 2.000 ptas. de fecha 31 de Agosto del año siguiente: “F. Mira pago 2º plazo paso” (5). 

En los archivos de la Hermandad de Montesión encontraremos algunos datos más. En el acta del cabildo de oficiales celebrado el 10 de agosto de 1925 se aprueba la propuesta de "una Hermandad de Constantina" para adquirir "el paso viejo de la Virgen". Este acuerdo es ratificado en el Cabildo General de 9 de septiembre de ese año. Se compra el paso completo, incluida la parihuela, desglosándose la venta "a la Hermandad de la Virgen de los Dolores" de la siguiente forma:

  • Palio: 1.000 ptas.
  • Respiraderos: 500 ptas.
  • Varales: 650 ptas.
  • 84 candelabros: 1.250 ptas.
  • 6 jarras: 180 ptas.
  • Peana: 200 ptas.
  • Parihuela: 220 ptas.
                      TOTAL: 4.000 ptas. (6)

El palio es de tul con bordados en hojilla, siendo estrenado por la Hermandad de Sevilla en 1913. Fue el primer palio completamente de malla de la Semana Santa de Sevilla. Hasta entonces todos los palios eran de metal, tafetán, raso o terciopelo. La idea de realizar un palio de estas características fue del Hermano Mayor de entonces, José Lecaroz Barrera y la realización corrió a cargo del taller de Juan Bautista Gimeno. El proyecto fue aprobado en un Cabildo General celebrado el 14 de Diciembre de 1912 y “para que los curiosos no malograsen tan revolucionario estreno” la Capilla de Montesión permaneció cerrada hasta el mismo Jueves Santo (7). La malla ya había sido utilizada cinco años antes por Rodríguez Ojeda en el palio rojo de la Macarena, pero sólo en la parte inferior de las bambalinas. El de Montesión es completamente de malla y, por ser casi transparente, no tuvo en principio una aceptación unánime y, si bien recibió grandes elogios, también hubo quien entendía que por su poca opacidad, no cubría lo suficiente a la Virgen y no era litúrgicamente aceptable (8). Hubo también quien lo tachó de “irreverente”, al dejar a la Dolorosa expuesta a las inclemencias del inestable tiempo atmosférico (9) No obstante, pasado el tiempo, este tipo de palio fue adoptado por varias Hermandades. Siendo las primeras en utilizarlo las de Candelaria y las Aguas en 1922.

Juan Bautista Gimeno era de origen valenciano y tenía desde 1892 un establecimiento de ornamentos religiosos en la calle Tetuán nº 5. En este mismo lugar estaba también el taller de bordado, regentado por su esposa, Antonia de Riutort, que era también la que se encargaba del diseño de los bordados. Entre los trabajos salidos de este taller destacan el manto de la Virgen del Espino del Pedroso, el juego de insignias de la Hermandad de la Esperanza de Triana, especialmente el Simpecado y un palio de tul de oro para la Virgen de Montserrat que sólo utilizó en 1928. Este palio fue más polémico incluso que el de Montesión, provocando la dimisión de la Junta de Gobierno y el nombramiento de una gestora que se marcó como principal objetivo la restauración del palio antiguo, pasando el de tul a la Hermandad de San Esteban que lo utilizó hasta 1949 y después a Guadalcanal, a la Hermandad de las Tres Horas (10) que lo utilizó hasta la década de los ochenta.

La hermandad de Montesión tenía, antes del palio de malla, uno de terciopelo negro (Fotografía nº 4), estrenado en la Semana Santa de 1881 (11) y atribuido a Eloisa Ribera (12), la misma bordadora que tres años más tarde le haría un manto a esta misma hermandad (13) y en 1889 confeccionó las bambalinas y el manto de la Virgen de las Lágrimas de Marchena, piezas que tiene actualmente la de la Amargura de Constantina (14). El palio antiguo de Montesión fue modificado en 1895 por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, añadiéndole una crestería, unas corbatas y un nuevo escudo (Fotografía Nº 5), pasando el antiguo a los faldones, pieza que se estrenó ese mismo año y que se completó con flores de varios tipos muy del gusto decimonónico. El palio se vendió en 1919 a la Hermandad de los Gitanos, encargándose el mismo Juan Manuel de adaptarlo al paso de la Virgen de las Angustias. Para ello le suprimió la crestería y le bordó el escudo de esta corporación, añadiéndole una corona real de gran tamaño. Mientras tanto las bambalinas pudieron utilizarse de sobrefaldones y así lo vemos en una postal de principios del siglo pasado (Fotografía Nº 6), en la que se aprecian los dos paños laterales de la antigua bambalina frontal colocados sobre los faldones y el escudo, que él mismo había bordado en 1895 para el palio de terciopelo, encima del bordado en las bambalinas de malla. Es posible que esto, como sostiene Amores Martínez, sólo fuera un montaje, realizado en el interior del templo para hacer la foto, y el paso nunca saliera así a la calle (15), aunque los sobrefaldones fue una pieza utilizada por algunas hermandades a principios de siglo, que con el tiempo dejó de utilizarse.

Fotografía Nº 4

Fotografía Nº 5

Fotografía Nº 6

En 1921 Rodríguez Ojeda bordó, en oro sobre malla, unos respiraderos similares a los que, varios años antes, había hecho para la Macarena, si bien los de Montesión son más rectilíneos, siendo los motivos: hojas de acanto, roleos y flores, mucho más estilizados que los que utilizó en los de la Esperanza. Todos los datos sobre la intervención de este insigne bordador los ha extraído Francisco Amores Martínez de un curioso expediente que se conserva en el Archivo del Arzobispado, motivado por el escrito de un grupo de señores que se presentan como antiguos hermanos de la Cofradía de Monte-Sión y en el que se quejan del estado de decadencia en el que, según ellos, se encontraba la Hermandad y de que se habían enajenado varios bienes, sin contar con la autorización del Cabildo de hermanos ni de la Autoridad Eclesiástica. Todo ello motivó la dimisión del Hermano Mayor de entonces, José Lecaroz, por motivos de delicadeza y alegando falta de tiempo para atender a la Hermandad como lo había venido haciendo hasta entonces, aunque recurrió la denuncia a título particular (16). 

En la Fotografía Nº 7 vemos como era el paso de Montesión entre 1921, cuando estrena los respiraderos de malla, y 1925, antes de venderlo a Constantina. La Nº 8 es de los años 40 y la única diferencia que hay con la anterior, aparte de la Virgen y su indumentaria, es que se han añadido unas maniguetas forradas de terciopelo. Se mantienen el palio; los faldones; la candelería, que posiblemente sea la que había estrenado en 1903, realizada por Cristóbal Ortega y donada por la Condesa de Valdeinfantas (17) y los varales, que en origen eran dorados y con los nudos plateados. Los varales y la candelería volvieron a salir en la Semana Santa de Sevilla en 1938. Ese año la Virgen del Rosario salió con un palio liso de tul de oro sostenido por los varales que le cedió la Hermandad de los Dolores de Constantina (18). En el “Libro de Mayordomía” de la Hermandad de Montesión consta que en Marzo de ese año se emplearon 160 pts. en el traslado a Sevilla del “varal palio y candelería” y en Agosto, otra de 98, por los “gastos de enviar a Constantina varal, candelería y otros efectos de la Cofradía” (19). En la Estación de Penitencia de ese año la Hermandad sevillana sólo utilizó los varales y la candelería. El palio liso lo confeccionó Guillermo Carrasquilla Rodríguez y lo utilizaron hasta que el Taller de Caro realizó el nuevo (20).

Fotografía Nº 7


Fotografía Nº 8

El paso actual difiere muy poco del que vemos en estas dos últimas fotografías, especialmente ahora que vamos a recuperar las bambalinas antiguas. Se mantienen también los faldones, los varales, 64 candeleros, las 6 jarras laterales y los candelabros de cola que, si bien no aparecen en la relación de los enseres vendidos por la hermandad de Montesión, no nos consta que se compraran otros. Las diferencias más importantes son el techo de palio, bordado en los talleres de Fernández y Enríquez de Brenes en 1995 y algunas piezas de orfebrería realizadas por Manuel de los Ríos: 14 candeleros nuevos, la restauración y el plateado de los antiguos, la pena y el moldurón con las maniguetas. 

NOTAS

1. MARTÍN AVILA, Enrique: “Origen y autor del manto de Nuestra Señora de los Dolores”. Boletín de la Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores. Nº 3. Constantina 2011. Págs.: 13-15.
2. ARCHIVO PARROQUIAL DE CONSTANTINA. Libro Nº 350. Libro de Acuerdos y Elecciones. Hermandad de la Soledad. (1.845-1895).
3. ARCHIVO HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESUS. Libro de Actas Hermandad de Nuestro Padre Jesús y Nuestra Señora Santa Ana (12 de Abril 1874 – 19 de Enero 1936). Copia del contrato con Eduardo Robles Pardo: 2 de septiembre 1877.
4. ARCHIVO HERMANDAD DE NUESTRO PADRE JESUS. Libro de Actas (1938-1974). Sesión del 22 de Diciembre de 1948.
5. ARCHIVO HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES DE CONSTANTINA. “Libro de Actas y Cuentas (1897-1985)”. Cuentas de 1925 y 1926
6. ARCHIVO DE LA HERMANDAD DE MONTESIÓN DE SEVILLA. “Libro de actas del 5 de Octubre de 1906 a 10 de marzo de 1934”. Los datos del Archivo de esta Hermandad han sido facilitados por Joaquín Ruiz Franco-Baux al que agradecemos su colaboración.
7. RUIZ FRANCO BAUX, Joaquín Víctor: “El primer palio de malla de la Semana Santa de Sevilla”. Boletín de las Cofradías de Sevilla. Nº 548. Sevilla Octubre 2004. Págs. 732-734. 
8. JIMENEZ SAMPEDRO, Rafael: “Un paso de palio pionero”. Boletín de las Cofradías de Sevilla. Nº 548. Sevilla Octubre 2004. Págs. 728-731. 
9. RUIZ FRANCO BAUX, Joaquín Víctor: “El primer palio…” 
10. IDEM
11. GÁMEZ MARTÍN: José: “Apuntes artísticos de la Hermandad de Monte-Sión en la segunda mitad del siglo XIX”. Boletín de las Cofradías de Sevilla. Nº 548. Sevilla Octubre 2004. Págs.: 741-743
12. CATTONI, Antonio: “Los nazarenos desconocidos”. Pasión en Sevilla. ABC de Sevilla S.L. Número 8. Sevilla Junio 2008. Págs.: 36-40
13. CARRERO RODRÍGUEZ, Juan: “Anales de las Cofradías de Sevilla”. Editorial Castillejo. Sevilla 1991. Pág. 281 
14. LORA, Juan R.: “El paso de María Santísima de las Lágrimas a través del tiempo”. Boletín de la Archicofradía del Stmo. Sacramento y Real Hermandad de Nuestro padre Jesús Nazareno, María Stma. de las Lágrimas y San Juan Evangelista. Marchena 1.999. SP.
15. AMORES MARTÍNEZ, Francisco: “Juan Manuel Rodríguez Ojeda y el patrimonio artístico desaparecido de la Hermandad de Monte-Sión”. Boletín de las Cofradías de Sevilla. Nº 662. Abril 2014. Págs.: 274-278.
16. IDEM
17. JIMENEZ BARRERAS, Soledad: “La Hermandad de Monte-Sión en los inicios del siglo XX. Aspectos de sus salidas procesionales”. En Boletín de las Cofradías de Sevilla Nº 548. Sevilla Octubre de 2004, pág. 745
18. CARRERO RODRÍGUEZ, Juan: “Anales de las Cofradías de Sevilla”. Editorial Castillejo. Sevilla 1991. Pág. 282.
19. ARCHIVO DE LA HERMANDAD DE MONTESIÓN DE SEVILLA. “Libro de actas del 5 de Octubre
20. CARRERO RODRÍGUEZ, Juan: “Anales…”

Enrique Martín Ávila

sábado, 15 de abril de 2017

Estrenos Semana Santa 2017




La gran novedad de este año va a ser la recuperación de las bambalinas antiguas que no se utilizaban, debido a su mal estado, desde 1995. Se recupera, de esta forma, la particular estética que tenía este paso desde su adquisición en 1926 a la Hermandad de Montesión de Sevilla. La restauración ha consistido en colocar un nuevo tul bajo el soporte existente, limpiar el oro del bordado y enriquecerlo con lentejuelas de oro, tapizando el palio con unos galones sobre unas cresterías lisas de madera para que siempre quede en una posición de rigidez que evite dobleces al guardarlo.





También se ha restaurado la corona de la Virgen, añadiéndole un haz de rayos que le faltaba en la parte inferior derecha, dorando posteriormente toda la pieza.